Compartir espacios de trabajo
permite ahorrar dinero.

Empezar a trabajar por cuenta propia o fundar una pequeña empresa con algún socio implica tomar varias decisiones, como elegir en qué lugar se harán las tareas. A las alternativas del home office o de alquilar en forma tradicional un inmueble, se suma la opción de los espacios temporales y flexibles: puede ser un escritorio en un ambiente compartido con otras personas, una oficina privada o consultorio a los que se accede por día o por mes, o una sala de reuniones.

Te contamos 3 motivos
por los que trabajar en un coworking
te ayuda a ahorrar:

Ahorrás un 60% de costos fijos: 

La posibilidad de usar espacios de trabajo ya equipados evita tener que afrontar una fuerte inversión inicial en el desarrollo de un proyecto, a la vez que, al compartir el espacio, los costos se diluyen entre todos los que concurren al lugar.

Pagás solo el tiempo que usás:

Muchos de los proyectos actuales distribuyen sus tiempos entre actividades de oficina y otras de otros tipos. Imaginate que necesitás recibir clientes para luego ir a mostrarles una casa que están por comprar, o que necesitás reunirte con tu equipo una vez al mes o dos veces por semana, o que tenés tu ecommerce y querés dedicar unas horas para entregar tus productos… ¡Una oficina o un local no tendrían sentido! En cambio en un coworking podrías utilizar solo lo que necesitás.

Te despreocupás del pago de servicios y mantenimiento: 

A diferencia de un alquiler convencional, en un espacio de coworking el emprendedor no necesita estar pendiente de que todo funcione, ahorrando tiempo, preocupaciones y, por supuesto, dinero.

Emprender es siempre un desafío y en El Punto-Espacios de Trabajo te lo hacemos más fácil.
La flexibilidad puede aportar una buena ayuda en el camino.